domingo, 14 de abril de 2013

LA PREEMINECIA DEL AMOR, 1 Corintios13


La preeminencia del amor

13  Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.
Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos;
10 mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.
11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.
12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.
13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

miércoles, 10 de abril de 2013

Lectura y reflexión. Isaías (1,18-19). Invitación a Jerusalén a que se convierta.

ISAÍAS (1, 18-19)
"Invitación a Jerusalén  a que se convierta.
Venid, pues, hagamos cuentas, -dice Yavé.
Y si vuestros pecados son como la grana, blanquearán como la nieve; si son rojos cual la púrpura se volverán como la lana. Si sois sumisos y obedientes, comeréis los frutos del país".




Reflexión. 
 Esta lectura  la podemos ver o entender desde una doble perspectiva. Dios nos hace saber que:Todos somos Jerusalén, templo o ciudad de DIOS. Él está presente o quiere estar presente en nuestra ciudad, que somos nosotros mismos. Muchas veces rodeadas de muros o murallas  infranqueables. Esos muros nos apartan de ÉL, que es el Señor, Dios y Todopoderoso. Esos muros, nuestras debilidades, contradicciones, nuestros errores humanos nos hacen sentir cada vez más pequeños en el día a día, en la rutina. Por eso hoy Jesús, que es Dios hecho carne nos quiere transmitir que no debemos de estar temerosos o tristes: “ nuestros pecados blanquearán,”..."si son rojos como la púrpura se volverán lana".” ÉL esta aquí para abrirse paso entre nosotros y nos necesita tal cual somos y nos encontramos en este momentos. Nuestros errores humanos blanquearán... nuestra vida humana relucirá cual púrpura. Dejemos que¡¡ DIOS SEA DIOS.!!!!! y comeremos los frutos del paraíso..