ISAÍAS (1, 18-19)
"Invitación
a Jerusalén a que se convierta.
Venid,
pues, hagamos cuentas, -dice Yavé.
Y si
vuestros pecados son como la grana, blanquearán como la nieve; si son rojos
cual la púrpura se volverán como la lana. Si sois
sumisos y obedientes, comeréis los frutos del país".
Reflexión.
Esta lectura la podemos ver o entender
desde una doble perspectiva. Dios nos hace saber que:Todos somos Jerusalén, templo
o ciudad de DIOS. Él está presente o quiere estar presente en nuestra ciudad,
que somos nosotros mismos. Muchas veces rodeadas de muros o murallas infranqueables. Esos muros nos apartan de
ÉL, que es el Señor, Dios y
Todopoderoso. Esos muros, nuestras debilidades, contradicciones, nuestros
errores humanos nos hacen sentir cada vez más pequeños en el día a día, en la
rutina. Por eso hoy Jesús, que es Dios hecho carne nos quiere transmitir que no
debemos de estar temerosos o tristes: “ nuestros pecados blanquearán,”..."si
son rojos como la púrpura se volverán lana".” ÉL esta aquí para abrirse paso
entre nosotros y nos necesita tal cual somos y nos encontramos en este
momentos. Nuestros errores humanos blanquearán... nuestra vida humana
relucirá cual púrpura. Dejemos que¡¡ DIOS SEA DIOS.!!!!! y comeremos los frutos del paraíso..
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